Andrés Manuel López Obrador argumentó en su propuesta de reforma que desde el gobierno de Vicente Fox hasta Enrique Peña Nieto se ejecutó una política que pretendía satisfacer las necesidades de investigación de las empresas privadas.
Queda claro que también en el campo de la ciencia, tecnología e innovación, el gobierno quiere hacer a un lado al sector privado, a pesar de que los recursos públicos no son suficientes para sacar al país del rezago que vive en la materia y que son fundamentales para el crecimiento y desarrollo económico.
Este panorama puede empeorar con la eliminación presupuestaria de destinar al menos 1% del PIB a la Ciencia, Tecnología e Innovación cada año. La nueva Ley establece que la designación de recursos quedará a cargo del nuevo Consejo Nacional, donde la Sedena y Semar tendrán voz y voto y deberán contar con el aval de la SHCP.
Desde que llegó AMLO, se observó que la ciencia, la tecnología y la innovación no eran su prioridad y así como en otros sexenios jamás se logró llegar a un presupuesto de 1% del PIB como establece la ley.
Además, en el primer año de gobierno, el Conacyt reportó una reducción anual en su gasto de 11.4% con un total de 25 mil 538.1 millones de pesos. En 2020, el año más álgido de la pandemia, su gasto se redujo 1.8% anual con 25 mil 924.8 millones de pesos; mientras que en 2021 también reportó una disminución anual de 1.9% y en 2022 tuvo el primer incremento en su gasto con apenas 2.2%.
Faltan cuatro meses para la entrega del Paquete Económico 2024, el último del gobierno de AMLO, en donde deberá aclarar cómo se financiará al nuevo Conahcti y si mantendrá al país estancado con un presupuesto menor al 1% del PIB como lo hicieron sus antecesores