Aunque la asistencia del príncipe Harry y Meghan Markle a los Juegos Invictus durante el fin de semana se esperaba desde hace tiempo, su visita para ver a la reina Isabel II (y al príncipe Carlos) de camino a Holanda fue una sorpresa. Ahora, el príncipe Harry se ha sincerado sobre el reencuentro con su abuela en una nueva entrevista, en la que ha dicho que se está asegurando de que está «protegida» y “rodeada de la gente adecuada”.
En una entrevista con Hoda Kotb, copresentadora del programa Today de la cadena estadounidense NBC, el príncipe Harry habló de su felicidad por volver a ver a la reina. En un fragmento de la entrevista exclusiva, que se emitirá hoy en su totalidad en Estados Unidos, el duque dice que el encuentro fue «genial», y explica: «Fue muy agradable verla. Está en plena forma. Siempre tiene un gran sentido del humor conmigo. Cuando Kotb le preguntó si había hecho reír a su abuela, Harry dijo: ‘Sí, lo hice», y añadió: «Tanto Meghan como yo tomamos el té con ella, así que fue muy agradable ponerse al día con ella».
El príncipe continúa hablando de cómo se ha tomado la vida en los Estados Unidos, donde está instalado con la duquesa de Sussex y sus dos hijos pequeños, Archie y Lilibet, en California después de que la pareja abandonara sus funciones como miembros de la realeza en 2020. Afirma que «mi hogar, por el momento, está en los Estados Unidos. Y así lo siento», y añade: «Nos han recibido con los brazos abiertos y somos parte de la comunidad en Santa Bárbara».
La reina Isabel II, que cumple 96 años esta semana, contrajo Covid-19 en febrero. Aunque se cree que se ha recuperado bien, en los últimos meses ha empezado a reducir sus obligaciones públicas y se ha visto obligada a renunciar a una serie de obligaciones de alto nivel, incluyendo la misa anual del Domingo del Recuerdo en el Cenotafio el pasado otoño, y el servicio del Domingo de Pascua en la Capilla de San Jorge en Windsor del pasado fin de semana, al parecer debido a problemas de movilidad. Sin embargo, asistió al servicio conmemorativo de su difunto marido, el príncipe Felipe, celebrado en la abadía de Westminster en marzo.
Antes de su visita relámpago de camino a La Haya, los duques de Sussex no habían vuelto al Reino Unido como pareja desde que dejaron la familia real en marzo de 2020. Mientras que Harry ha vuelto a su país natal para un par de eventos, incluyendo el funeral del duque de Edimburgo la primavera pasada y la inauguración de una estatua conmemorativa a su difunta madre, Diana de Gales, en julio, no asistió al servicio conmemorativo de su abuelo el mes pasado.
El duque ha estado involucrado en un caso legal contra el gobierno británico en relación a si se le permite tener protección policial en el Reino Unido, y ha declarado que no siente que su familia esté segura cuando lo visita si no se le permite. La reina y el príncipe Carlos aún no han conocido a la hija de Harry y Meghan, Lilibet, que nació en California el pasado verano.
