Pemex regala al IMSS terreno para hospital

El gobierno de Hidalgo compró a ejidatarios el predio para una refinería que jamás se construyó

Para construir el nuevo hospital de Tula, que sustituirá al que se inundó en septiembre de 2021, Petróleos Mexicanos (Pemex) regaló al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) una pequeña porción del terreno donde se pretendía levantar la Refinería Bicentenario que el expresidente Felipe Calderón incumplió.

“Este predio se entregó mediante una ‘donación gratuita’ entre Petróleos Mexicanos y el Instituto Mexicano del Seguro Social”, indica el documento de análisis costo-beneficio que el instituto ingresó a la Cartera de Proyectos de Inversión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

El área donde se erigirá el nuevo nosocomio abarca 40 mil 484 metros cuadrados, apenas una pequeña fracción de la basta superficie de 700 hectáreas (siete millones de metros cuadrados) donde se levantaría la refinería. Y tiene un valor de mercado de 60 millones 479 mil 500 pesos, frente a los mil 500 millones de pesos que en su momento costó comprar la totalidad del terreno, en el año 2009.

El proyecto denominado “Hospital General de Zona de 144 camas en Tula de Allende, Hidalgo” busca reemplazar al nosocomio que quedó “completamente inoperante” tras la anegación que sufrió el 6 de septiembre de 2021 por el desbordamiento del río Tula, con un saldo de 14 pacientes muertos.

Antes del siniestro, el Hospital General de Zona con Medicina Familiar No. 5 (HGZMF No. 5) era el único de segundo nivel de atención para derechohabientes del IMSS, en una región que abarca los municipios de Tula de Allende, Atotonilco de Tula, Mixquiahuala de Juárez y Tlaxcoapan, todos en el estado de Hidalgo.

Si desde entonces el centro de salud, con sus 39 camas y 45 años de antigüedad, ya no se daba abasto para atender a una población de más de 159 mil derechohabientes en la región, su cierre por la inundación dejó a los pacientes sin servicios médicos, que tuvieron que viajar largas distancias para ser atendidos en otros hospitales.

“Desde la inundación del HGZMF No. 5, la estructura hospitalaria quedó afectada de tal manera que los pacientes fueron evacuados y tuvieron que trasladarse a diferentes unidades como el HGZMF No. 1 (Pachuca, a 150 minutos de distancia ida y vuelta) y el HGZMF No. 6 (Tepeji del Río, a 80 minutos de distancia ida y vuelta).

“La población a la que habitualmente se le proporciona atención hospitalaria ha tenido que referirse a otras unidades de atención, siendo principalmente el HGZ-MF No. 6, ubicado en el municipio de Tepeji del Río, cuya estructura se ha visto rebasada por la demanda de atención”, explica el documento firmado por José Luis Aranza Aguilar, titular del Órgano de Operación Administrativa Desconcentrada de Hidalgo.

Para sustituir el centro dañado, el IMSS consideró construir otro en una ubicación distinta al reconocer que el hospital actual se encuentra en un lugar con alto riesgo de inundación y podría repetirse eventualmente otra catástrofe o que el nuevo inmueble se deteriore con cada aluvión que enfrente.

Es así que se tomó la decisión de llevar la obra al predio donde se construiría la refinería prometida por Felipe Calderón, sobre la carretera Tlaxcoapan-Teocalco, municipio de Tlaxcoapan, a 13.5 kilómetros (20 minutos de distancia en auto) del antiguo hospital, donde el riesgo de inundación se considera mínimo.

La construcción del nuevo nosocomio costará dos mil 56 millones de pesos entre la obra y el equipamiento.

DE REFINERÍA A HOSPITAL

El 18 de marzo de 2008, en el marco del 70 Aniversario de la Expropiación Petrolera, Felipe Calderón anunció la construcción de la Refinería Bicentenario con una inversión inicial de 12 mil millones de pesos.

La obra jamás se concretó y terminó por ser un terreno ocioso que sigue costando al erario, cercado por una barda perimetral por la que el Gobierno federal pagó 500 millones de pesos. Un elefante blanco del calderonismo.

Desde su anuncio, la refinería se convirtió en una manzana de la discordia entre los estados de Hidalgo y Guanajuato, que buscaban quedarse con el proyecto.

Para ello tenían que cumplir una condición: hacerse de un predio de 700 hectáreas y donarlo a Pemex para que ahí se levantara la planta.

El gobierno de Hidalgo, encabezado por Miguel Ángel Osorio Chong, actual coordinador de los senadores del PRI, ganó la apuesta a costa de endeudar a los hidalguenses y más tarde también a Pemex.

El 11 de agosto de 2009 la administración de Osorio Chong contrajo con Banamex un crédito de mil 500 millones de pesos que ocupó para comprar a campesinos de Tula sus parcelas, bajo la falsa promesa de fuentes de empleo, concesiones de transporte público y permisos para abrir bares y restaurantes en los alrededores de la nueva planta.

En febrero de 2012, siendo gobernador José Francisco Olvera, Hidalgo tuvo que pedir un nuevo préstamo de mil 471 millones de pesos a Banorte para poder liquidar su compromiso con Banamex.

De acuerdo con el portal de noticias Emeequis, entre 2009 y el 31 de diciembre de 2019 el gobierno hidalguense había pagado mil 643 millones 516 mil 223.75 pesos tanto por el crédito inicial como por el refinanciamiento.

El 26 de mayo de 2016, Pemex se vio obligado a asumir los pasivos generados por el pago de los terrenos comprados por el gobierno hidalguense, que entonces ascendían a más de mil 451 millones de pesos, indica el informe 446-DE de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en su revisión a la Cuenta Pública de 2020.

La petrolera terminará de pagar el 17 de enero de 2027.

El pasado 3 de febrero, López Obrador informó que parte del terreno adquirido para la construcción de la refinería sería la nueva sede del hospital del IMSS. Y el 26 de marzo, Octavio Romero Oropeza, director de Pemex, indicó que en el resto del predio podría instalarse un parque industrial.

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