Carolina A. Herrera, directora creativa de Belleza de la firma que lleva el nombre de su madre, se adentra en el arte a través de una exposición sobre el legado de las mujeres que hicieron historia en él, ‘Maestras’, inaugurada en Madrid.

Tengo tres hermanas, mi mamá tenía otras tres hermanas y mi padre, que era como un león, no sabía ni qué hacer para encontrar su sitio y hacerse oír entre tantas mujeres. De modo que eso del empoderamiento y el matriarcado no es una moda para mí, es el mundo en el que crecí. Por otra parte, estaba el arte. La belleza, el arte, la estética… Todo eso estaba en la casa de mis padres, han sido personas cultas mi madre igual que mi padre, cada uno con sus intereses. Pero el arte no estaba como una lección, sino que era algo con lo que vivíamos, casi sin darnos cuenta, de lo que hablábamos naturalmente. Si uno esos dos temas de mi educación, me sale que lo normal es participar en la exposición del Thyssen».
Carolina A. Herrera, la mujer que lleva el nombre de la casa de modas y es su directora creativa de Belleza y la responsable de su línea de perfumes, explica así el patrocinio de la firma en la exposición ‘Maestras’ que se ha inaugurado en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid el 31 de octubre.
Artemisia Gentileschi, Angelica Kauffman, Clara Peeters, María Blanchard, Sonia Delaunay o Maruja Mallo son algunas de las artistas representadas en la muestra de la que es comisaria Rocío de la Villa, que viaja desde el siglo XVII hasta el mundo contemporáneo y que es un desagravio explícito a las mujeres artistas, hasta hace poco oscurecidas en la historia de la pintura.