Con su cumpleaños a la vuelta de la esquina, recordamos al tocado más preciado de la duquesa: una tiara con un pedigrí extraordinario.
A unos días para su cumpleaños, el 20 de enero, echamos un vistazo a la tiara nupcial de Sofía Rhys-Jones. Sofía se convirtió en condesa de Wessex al casarse con el príncipe Eduardo en junio de 1999; se casó llevando esta tiara especial, que destaca por su singular significado histórico. Regalo de la reina Isabel II, la diadema está formada por diamantes blancos engastados en motivos de anthemion.
Existe la creencia generalizada de que la tiara de Sofía se creó a partir de un conjunto de joyas desmontables que originalmente formaban parte del Regal Circlet de la reina Victoria, fabricado por Garrard en 1853. Victoria, sin embargo, eligió llevar la corona alternando flores de lis y cruces de Malta. El estuche de terciopelo púrpura de Victoria nos permite relacionar las dos piezas, ya que los espacios coinciden perfectamente con los de los anthemion de Sofía. Una vez fijados a la tiara, estos anthemion crean el diseño de palmeta en pico que se vio el día de su boda.
Conocida popularmente como la tiara Anthemion, Sofía llevado esta pieza más a menudo que ninguna otra, incluso en las bodas reales noruegas a pesar de celebrarse en años consecutivos: la lució para el enlace el príncipe heredero Haakon con Mette-Marit Tjessem Høiby en 2001, y con ella se tocó en la boda de la princesa Marta Luisa con el escritor y dramaturgo Ari Behn en 2002.
En julio de 2010, Sofía se tocó con su tiara Anthemion en la boda de la princesa heredera Victoria de Suecia con Daniel Westling, y de nuevo en 2011, cuando el príncipe Alberto II de Mónaco se casó con la nadadora olímpica Charlène Wittstock. Durante la recepción ofrecida en el Palacio de Buckingham a Donald Trump con motivo de su visita de Estado a Reino Unido en 2019, los observadores más avispados notaron que la tiara había sido remodelada en un diseño más compacto, con tres nuevas filas de diamantes añadidas en la base.
Como suele ocurrir, la coronación de un nuevo monarca va acompañada de coronas nuevas o actualizadas, por lo que en 1937 se retiraron los diamantes de la corona de la reina Victoria y se volvieron a colocar en la de la reina Isabel para la coronación de su marido, el rey Jorge VI. En la actualidad, el Royal Collection Trust conserva la montura vacía, por lo que la tiara Anthemion de Sofía tiene una importancia indiscutible como último componente enjoyado de esta pieza histórica. Un tocado muy especial.