Por JORGE BRAVO
En México el informe advierte que el acceso a la información ha mejorado gracias al aumento de usuarios de internet, pero la confianza en los medios tradicionales sigue siendo baja. Los mexicanos prefieren consumir noticias en smartphones y redes sociales.
La información, las noticias y el periodismo evolucionan sobre arenas movedizas. La más reciente edición del Digital News Report 2024, del Reuters Institute, ofrece una visión sobre los desafíos que enfrenta el periodismo, la confianza en las noticias, el impacto de la Inteligencia Artificial, las expectativas insatisfechas de las audiencias, el ascenso de las redes sociales, el auge de los llamados influencers y los cambios en la industria.
Mediante una encuesta en línea a más de 95 mil consumidores de noticias en 47 países, el informe revela que la confianza en las noticias sigue siendo un tema crítico. Sólo 40% de los consultados confía en las noticias que consume regularmente.
Este porcentaje se reduce a 35% en México, una reducción de 14 puntos porcentuales respecto de 49% de confianza reportado en 2017.
María Elena Gutiérrez-Rentería, quien elabora el capítulo México, destaca que “desde la asunción del populista Andrés Manuel López Obrador en 2018, la confianza en las noticias disminuyó alrededor de 15 puntos porcentuales. Durante su mandato, AMLO atacó regularmente a los medios y a los periodistas críticos. CNN es la marca internacional más confiable, la siguen el diario El Universal e Imagen Noticias”.
En el mundo se aprecia una disminución continua en la confianza en las noticias, impulsada por la proliferación de desinformación y la polarización mediática. Dicha confianza es ligeramente mayor entre quienes se identifican de derecha (45%) versus de izquierda (43%) en el espectro ideológico.
Países con medios de comunicación altamente polarizados o controlados por el Estado presentan niveles de confianza aún más bajos. La desconfianza se agrava con la difusión de noticias falsas en redes sociales, que carecen de rigurosos filtros editoriales.
Las actitudes del público hacia el uso de la Inteligencia Artificial (IA) en el periodismo son ambiguas. Aunque la IA ofrece oportunidades para mejorar la personalización y la eficiencia en la producción de noticias, también genera preocupaciones sobre la precisión y la ética; 45% de los consultados globales dijo haber escuchado algo sobre la IA.
El informe revela que una parte significativa de la audiencia es escéptica sobre la capacidad de la IA para mantener la calidad editorial y la integridad informativa. Sin embargo, existe un reconocimiento de su potencial para analizar grandes volúmenes de datos y detectar tendencias emergentes.
El estudio indica que las audiencias de la información no sólo buscan hechos, también quieren contexto y análisis que les ayuden a entender mejor las noticias. Hay una demanda creciente de contenido que ofrezca explicaciones detalladas, perspectivas múltiples y conexiones claras con sus vidas cotidianas. Este enfoque no sólo fortalece la relación entre los medios y sus audiencias, también promueve un consumo más informado y crítico de las noticias.
Las necesidades informativas más importantes para el usuario son “actualizarse” (72%, es decir, “noticias que me mantienen al tanto de lo que pasa”), “educarse” o conocer más sobre temas (67%) y “dar perspectiva” o diferentes visiones sobre temas de actualidad (63%). Los medios de comunicación no necesariamente están satisfaciendo estas necesidades que demandan las audiencias.
El modelo de pago por noticias en línea sigue evolucionando, pero es muy incierto. El informe señala que un porcentaje creciente de usuarios (sólo en países ricos) está dispuesto a pagar por acceso a contenido de alta calidad, aunque la disposición varía significativamente entre regiones.
La proporción que paga por las noticias online en 20 países es de 17%; lo sorprendente es que cuando se le consulta a los no suscriptores cuánto estarían dispuestos a pagar por mes, el hallazgo principal es que, en los mismos 20 mercados, la mayoría (57%) no pagaría nada, lo cual documenta que el negocio de las noticias se halla en una situación adversa de sostenibilidad. En México 18% paga por noticias en línea.
Factores como la exclusividad del contenido, la confianza en la marca editorial y la ausencia de publicidad intrusiva son cruciales para motivar a más usuarios a suscribirse a un medio.
Los influenciadores de noticias están ganando terreno como fuentes alternativas de información, especialmente entre audiencias jóvenes. Plataformas como YouTube, TikTok e Instagram se han convertido en importantes canales para la difusión de noticias, a menudo presentadas de manera más accesible, atractiva y breve, algo que valoran mucho los más jóvenes.
Estos influencers no sólo informan, también moldean la opinión pública y fomentan el debate. Obviamente, su impacto plantea interrogantes sobre la rigurosidad, veracidad y calidad de la información que comparten, así como los patrocinios o subsidios que podrían estar detrás de sus performances. Lo cierto es que las audiencias -según el informe- prestan cada vez más atención a comentaristas partidistas, influencers y jóvenes creadores.
En cuanto al uso de redes sociales para consumir noticias, la encuesta detectó una disminución de 4% en el uso de Facebook el último año, así como un ascenso de aplicaciones de mensajería instantánea (canales de WhatsApp) y redes de video (TikTok y YouTube). “Casi un tercio de la muestra global (31%) recurre a YouTube para informarse y alrededor de una quinta parte lo hace en WhatsApp (21%), mientras que por primera vez TikTok (13%) ha superado a Twitter (10%).” El video corto es la fuente más importante para enterarse de las noticias online (66%), especialmente en los jóvenes.
En México el informe advierte que el acceso a la información ha mejorado gracias al aumento de usuarios de internet, pero la confianza en los medios tradicionales (televisión y medios impresos) sigue siendo baja (35%), porque tenemos una alta preocupación por la veracidad de la información y la difusión de noticias falsas. Los mexicanos prefieren consumir noticias a través del smartphones y redes sociales, como parte de una tendencia global.