Durante un mitin de campaña de Donald Trump en Nueva York, el comediante Tony Hinchcliffe hizo una broma que ha generado una gran controversia. Hinchcliffe se refirió a Puerto Rico de manera despectiva, llamándolo «una isla flotante de basura en medio del océano».
Este comentario ha provocado una ola de indignación tanto en Puerto Rico como entre las comunidades puertorriqueñas en Estados Unidos, especialmente en un año electoral tan crucial.
La reacción no se hizo esperar. Figuras públicas y ciudadanos expresaron su rechazo a través de las redes sociales y otros medios. Entre los que condenaron los comentarios de Hinchcliffe se encuentra el famoso reguetonero Bad Bunny, quien mostró su apoyo a la candidata demócrata Kamala Harris y criticó duramente al comediante por sus palabras ofensivas.
Este incidente ha añadido tensión a una campaña electoral ya de por sí polarizada, subrayando la importancia de la sensibilidad y el respeto en el discurso público. La comunidad puertorriqueña, tanto en la isla como en el continente, ha dejado claro que no tolerará comentarios que menosprecien su identidad y cultura.