La marca italiana preserva su identidad con un plan de sucesión que asegura su independencia ante los grandes conglomerados internacionales.
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En un contexto de creciente consolidación de marcas de lujo bajo gigantes corporativos como LVMH y Kering, Prada se mantiene firme en su compromiso con la independencia y la preservación de su legado familiar. Ante la amenaza de que los conglomerados absorban la esencia de casas de moda icónicas, Miuccia Prada y su esposo Patrizio Bertelli han diseñado un meticuloso plan de sucesión, en el que su hijo Lorenzo Bertelli, de 36 años, asumirá gradualmente el control de la empresa.
Lorenzo ha sido parte activa de la compañía durante años, adquiriendo experiencia en áreas clave como marketing y sostenibilidad, lo que le otorga una preparación sólida para liderar la marca en el futuro. Para la familia Prada, esta transición no solo asegura el futuro financiero de la firma, sino también la preservación de su ADN único, creado por el abuelo de Miuccia, Mario Prada, en 1913.
La decisión de involucrar a Lorenzo en el liderazgo es un paso crucial para garantizar que la visión original de la marca se mantenga intacta, resistiendo las presiones de la globalización que han reconfigurado el panorama del lujo. Mientras gigantes como Gucci, Bottega Veneta y Fendi han pasado a manos de grandes corporaciones, Prada continúa siendo una de las últimas grandes marcas italianas que se mantiene independiente, lo que refuerza su mensaje de individualismo frente a la homogeneización del sector.
A través de la cesión del 50.5% de sus acciones a Lorenzo, mientras que su hermano Giulio posee el resto, la familia asegura que el control de la firma permanezca dentro del núcleo familiar. Además, la incorporación de Raf Simons como co-director creativo y la reestructuración del equipo directivo bajo la dirección de Andrea Guerra (CEO) y Paolo Zannoni (vicepresidente), refuerzan el compromiso de la marca con la innovación y la continuidad de su enfoque creativo.
Este plan de sucesión no solo busca consolidar el futuro de Prada en el mercado global, sino también honrar su rica tradición de colaboración con generaciones más jóvenes, manteniendo la firma en la vanguardia de la moda. Con una dirección más estratégica y una estructura más flexible, Prada tiene el camino asegurado para seguir siendo un referente del lujo, respetando siempre su esencia y su historia.