La Iglesia Católica ha denunciado una colusión entre el Ejército y el narcotráfico para permitir el paso de migrantes en Chiapas.
Según las diócesis de Tapachula, Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal de las Casas, esta situación ha generado una sostenida inseguridad para los migrantes, especialmente en la frontera sur.
La Pastoral Social y de Movilidad Humana de la Iglesia ha señalado que los carteles del narcotráfico controlan los flujos migratorios en su ingreso a México, lo que ha obligado a muchas familias y comunidades a emigrar y desplazarse. Además, han mencionado el incremento de los secuestros, particularmente de mujeres, y una política migratoria más compleja que no respeta la dignidad de las personas.
La Iglesia también ha expresado su preocupación por el engaño del Instituto Nacional de Migración (INM), que ha dejado a los migrantes varados en diferentes puntos del país, agravando la crisis humanitaria. Este pronunciamiento se dio en el contexto del tercer aniversario de la tragedia ocurrida el nueve de diciembre de dos mil veintiuno, cuando un tráiler volcó en la carretera Chiapa de Corzo – Tuxtla Gutiérrez, causando la muerte de cincuenta y siete migrantes, la mayoría ciudadanos de Guatemala.
La Iglesia ha pedido una investigación a fondo sobre estos hechos y ha instado a las autoridades a reconsiderar la presencia de las fuerzas militares en la revisión migratoria. Ellos resaltan que cada migrante es un hijo de Dios que enfrenta realidades adversas y merece ser tratado con dignidad y respeto.
