La Unión Europea ha adoptado las primeras sanciones contra Irán desde la era Trump, centradas en el petróleo.

Estas medidas se implementaron como parte de un esfuerzo por reforzar la presión sobre Teherán y limitar su capacidad de financiar programas nucleares y militares.
El anuncio de las sanciones se produjo después de que el presidente Trump firmara una orden ejecutiva para revivir su campaña de presión contra Irán, iniciada durante su primer mandato tras retirarse del acuerdo nuclear en 2018. Las sanciones apuntan a la red petrolera iraní, incluyendo empresas, barcos e individuos vinculados a compañías ya sancionadas por Estados Unidos.
Estas acciones reflejan la continua lucha de la administración Trump para imponer «presión máxima» sobre Irán, a pesar de las críticas internacionales y los esfuerzos de la UE para mantener el acuerdo nuclear, conocido como el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA).