Han pasado 18 años desde la masacre en Ocosingo, Chiapas, un hecho que dejó profundas cicatrices en la comunidad y que aún hoy sigue reclamando justicia.
En conmemoración de este trágico aniversario, la organización Xi’Nich’ y las familias de las víctimas han intensificado sus demandas para que se atiendan sus peticiones y se haga justicia.
El ataque, que resultó en la pérdida de vidas inocentes, ha sido un símbolo de la impunidad que persiste en la región. A pesar del tiempo transcurrido, los responsables no han sido llevados ante la justicia, y las promesas de reparación y apoyo a las familias afectadas han quedado sin cumplir. La comunidad se ha unido en una campaña renovada para recordar a las víctimas y exigir que las autoridades cumplan con su deber de investigar a fondo y castigar a los culpables.
La masacre de Ocosingo no solo representa un episodio de violencia, sino también una lucha constante por los derechos humanos y la justicia en Chiapas. Los testimonios de las familias revelan un dolor persistente y una determinación inquebrantable para asegurar que sus seres queridos no sean olvidados y que su sacrificio conduzca a un cambio significativo.
La exigencia de justicia y atención adecuada se mantiene firme, y las organizaciones de derechos humanos apoyan esta causa, destacando la importancia de que el Estado mexicano reconozca y aborde estas atrocidades con seriedad y compromiso.