Belleza de la semana: “Abstracción tropical”, de Juan Del Prete

La obra emblemática es un testimonio de su exploración en la abstracción y el color. Creada en 1957, presenta formas geométricas, líneas dinámicas y una paleta cromática vibrante que evoca la vitalidad de la naturaleza

«Abstracción tropical», óleo sobre tela (120 x 220 cm.) (1957), ganadora del 1º Premio Pintura Salón Manuel Belgrano

Juan Del Prete, nacido el 28 de mayo de 1897 en Italia, dejó una impronta perdurable en el arte abstracto en América Latina tras su traslado a Argentina en 1911. Reconocido por su versatilidad artística, su legado sigue resonando en las obras de numerosos artistas contemporáneos. Desde sus inicios en la Academia Nacional de Bellas Artes en Buenos Aires, se sumergió en las vanguardias europeas, explorando una paleta de movimientos artísticos innovadores.

El desembarco de Del Prete en Europa durante la década de 1920 marcó un punto crucial en su carrera. Allí, su encuentro con movimientos como el futurismo, constructivismo y surrealismo transformó su estilo. Experimentó con formas, colores y conceptos que desafiaban la representación figurativa convencional.

Entre sus creaciones más notables se destaca “Abstracción Tropical”, una obra maestra que encapsula su exploración de la abstracción y el color. Realizada en 1957, esta pieza es un ejemplo impactante de la síntesis entre formas geométricas, líneas dinámicas y una paleta cromática vibrante.

Yente y Juan Del Prete

La fluidez de las formas y la intensidad de los colores en “Abstracción Tropical” evocan la exuberancia de la naturaleza. Invita al espectador a sumergirse en un universo abstracto, donde las formas entrelazadas crean un baile visual lleno de energía y movimiento. Esta obra forma parte de la colección del Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori (Avenida Infanta Isabel 555, CABA). No solo exhibe la maestría técnica de Del Prete, sino también su capacidad para trascender los límites de la representación figurativa. Invita a una contemplación profunda, revelando la belleza y complejidad del arte abstracto y continúa siendo un hito en la historia del arte argentino y latinoamericano, una obra que sigue inspirando y desafiando las percepciones del espectador.

La vida y obra de Juan Del Prete, un autodidacta cuyas contribuciones revolucionaron el arte abstracto en Argentina, se erige como un capítulo imprescindible en la historia cultural del país. Desde su incursión en el Grupo Bermellón junto a Victor Pisarro y Pedro Cerviño en 1922, hasta su ascenso al Salón Nacional en 1925, su influencia fue constante e innovadora en la escena artística local.

Su partida a Europa en 1929 marcó un cambio significativo en su trayectoria. Durante su estancia en París, mantuvo su independencia del Grupo de París y se sumergió en el arte abstracto-constructivo. Fue en este contexto que se relacionó con los círculos de Cercle et CarréArt Concret y Abstraction Creation, participando en publicaciones como “Arlequín” en 1933.

«El abrazo» (1937-1944), óleo sobre arpillera. 100 x 100 cm. de Juan Del Prete

Tras su regreso en 1931, Del Prete continuó rompiendo moldes y redefiniendo su arte. No solo realizó una exposición de arte no figurativo en Amigos del Arte, sino que también se unió a la Agrupación de Artistas No Figurativos (ANFA), presidiendo un grupo que buscaba fusionar lo geométrico con elementos sensibles.

Su incursión en la figuración durante la década del 40 fusionó conocimientos cubistas con una libertad única en el uso del color y la materia. Del Prete continuó expandiendo su obra, recibiendo premios y distinciones que confirmaban su impacto y relevancia en el mundo del arte. Sus viajes a Europa en la década del 50 lo llevaron a exponer en destacadas galerías y bienales internacionales. El arte de Del Prete trascendió lo convencional, explorando la línea, el color y la materia de manera innovadora. Obras como “Abstracción 1958″ ejemplifican su exploración del espacio, la dimensión y la intensidad del color, resonando con el espectador a través de su gestualidad y vitalidad.

Juan Del Prete compartió más de 50 años de vida con la artista Yente, con quien intercambió constantemente ideas artísticas. A pesar de realizar numerosas muestras por separado y participar en exposiciones colectivas, nunca exhibieron juntos en vida. Yente, nacida en Buenos Aires en 1905, proviene de una familia que escapó de Ucrania por el pogromo. Se conocieron en 1935 en diferentes puntos de sus carreras artísticas. Del Prete ya era reconocido en el mundo del arte, aunque no del todo popular, mientras que Yente incursionaba personalmente sin participar en círculos artísticos. En el ‘45, presentó su primera muestra individual en la Galería Müller, marcando el inicio de su camino artístico más público.

«Composición arlequinada» (1980), óleo sobre cartón. 45,5 x 55 cm., de Juan Del Prete

Del Prete tuvo exposiciones controversiales en el Salón Nacional en el ‘35, recibiendo críticas y elogios. Su incursión en la pintura no figurativa en el ‘33 fue ignorada o atacada por la crítica. Yente, por otro lado, se formó académicamente en arte y filosofía, explorando diferentes corrientes artísticas y recibiendo influencias de diversas fuentes. A pesar de que la pintura abstracta era poco común y mal vista en Buenos Aires, ella encontró su camino en este estilo, apoyada por la fuerza y libertad artística que su relación con Del Prete le proporcionó. A lo largo de los años, ambos artistas tuvieron exposiciones y reconocimientos, con Del Prete más activo en la escena artística en comparación con Yente, aunque esta última comenzó a recibir más atención hacia el final de su vida.

La transición de Del Prete entre movimientos artísticos, desde la abstracción hasta la figuración, refleja su constante exploración y adaptación. Su habilidad para fusionar la sensibilidad humana con la geometría abstracta dejó una huella perdurable en la historia del arte argentino.

Juan Del Prete dejó una huella imborrable en el arte argentino y latinoamericano. Su valiente exploración de la abstracción y su habilidad para transmitir emociones a través del color lo consolidaron como uno de los precursores del arte abstracto en la región. Su influencia ha resonado en generaciones posteriores de artistas, enriqueciendo el panorama artístico del continente. El legado de Juan Del Prete, su visión innovadora y su valentía para desafiar las convenciones artísticas, siguen siendo una fuente de inspiración y reflexión para artistas y espectadores de todo el mundo.

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