En un esfuerzo por fortalecer la ciberseguridad nacional, el presidente Joe Biden ha firmado una orden ejecutiva destinada a mejorar las defensas contra ciberataques y facilitar la persecución de adversarios extranjeros y hackers.

La orden exige que los contratistas tecnológicos del gobierno desarrollen estándares mínimos de ciberseguridad y presenten pruebas de cumplimiento. Además, permite sancionar a gobiernos extranjeros responsables de ciberataques y a hackers que utilicen ransomware para atacar hospitales y otras organizaciones.
Esta medida también busca protegerse contra la amenaza de las computadoras cuánticas, que podrían usarse para irrumpir en muchos sistemas. La orden se emitió pocos días antes de que Biden deje el cargo, y su implementación podría depender de la administración del presidente electo, Donald Trump.
La comunidad de ciberseguridad ha recibido con agrado esta medida, considerando que representa un paso importante hacia la protección de infraestructuras críticas y la seguridad nacional. Sin embargo, algunos expertos han expresado preocupación sobre la capacidad de implementación y el impacto económico que podría tener en las empresas tecnológicas.