El número de casos confirmados de infección por E. coli ha alcanzado los 104, y las autoridades de salud han vinculado este brote a las hamburguesas de McDonald’s.
Esta situación ha generado una gran preocupación entre los consumidores y ha puesto a la cadena de comida rápida bajo un intenso escrutinio.
La infección, que se ha extendido por varias regiones, ha afectado a personas de diferentes edades, y los síntomas reportados incluyen severos dolores abdominales, diarrea y, en algunos casos, complicaciones renales. Las autoridades sanitarias han instado a quienes hayan consumido hamburguesas de McDonald’s y presenten síntomas a buscar atención médica de inmediato.
McDonald’s ha respondido al brote cerrando temporalmente varios de sus establecimientos para llevar a cabo inspecciones exhaustivas y garantizar la seguridad de sus productos. La empresa ha declarado que está colaborando estrechamente con las autoridades para identificar la fuente exacta de la contaminación y tomar las medidas correctivas necesarias.
Este incidente ha resaltado la importancia de la seguridad alimentaria y las prácticas higiénicas en la industria de la comida rápida. Los expertos han subrayado la necesidad de controles más rigurosos y protocolos de seguridad para prevenir futuros brotes de enfermedades transmitidas por alimentos.
La situación está siendo monitoreada de cerca por las autoridades de salud, que continúan investigando para determinar el alcance completo del brote y prevenir una mayor propagación. Mientras tanto, los consumidores son aconsejados a mantener la precaución y seguir las recomendaciones de salud pública.