El príncipe se aleja de los caminos tradicionales para experimentar la vida agrícola en el continente africano
Foto: Instagram | @detdanskekongehus
En una decisión que ha sorprendido a muchos, Christian de Dinamarca, hijo del rey Federico y la reina Margarita, ha optado por dar un giro inesperado a su vida tras finalizar la secundaria. En lugar de seguir una ruta académica o ingresar a la carrera militar, el joven príncipe decidió tomar un año sabático y trasladarse a África para trabajar en una granja. Desde el 4 de septiembre, Christian se ha sumergido en la rutina de dos explotaciones agropecuarias en el este del continente, donde ha estado involucrado tanto en labores prácticas como administrativas.
Su jornada ha incluido el cuidado de animales, la gestión de las fincas y la colaboración en tareas cotidianas relacionadas con la agricultura. Según la Casa Real, esta experiencia ha proporcionado a Christian una perspectiva única sobre la naturaleza, el trabajo rural y los sistemas agrícolas locales, acercándolo a realidades muy diferentes a las que vive en su país natal. Se espera que el príncipe regrese a Dinamarca en diciembre, tras pasar tres meses en esta inmersiva experiencia.
Esta elección de vida forma parte de una tradición familiar que busca enriquecer el carácter de los futuros monarcas. Su padre, el rey Federico, también vivió experiencias similares durante su juventud, trabajando en un viñedo en California y pasando tiempo en Mongolia. La reina Margarita, por su parte, realizó viajes significativos por América del Sur y Asia, lo que demuestra el interés de la familia real en mantener un vínculo con diversas culturas y modos de vida. Con esta decisión, Christian de Dinamarca no solo sigue un legado familiar, sino que también se prepara para asumir un futuro liderazgo con una visión más global y una conexión profunda con el mundo.