Los migrantes mexicanos de la tercera edad en Estados Unidos enfrentan una serie de desafíos económicos significativos.
Muchos de ellos han trabajado durante décadas en empleos precarios y ahora, al llegar a la edad de jubilación, se encuentran sin una pensión adecuada o suficientes ahorros para mantenerse.
La situación es particularmente difícil para los migrantes indocumentados, quienes no tienen acceso a beneficios sociales y a menudo viven en condiciones precarias. Se estima que alrededor de dos millones de migrantes mexicanos mayores de 65 años residen en Estados Unidos, y aproximadamente medio millón de ellos son indocumentados.
La Red Nacional de Jornaleros, que representa a más de 70 organizaciones, ha solicitado al gobierno mexicano que implemente la Pensión Bienestar para estos migrantes, proporcionando un apoyo económico de aproximadamente 300 dólares cada dos meses. Esta medida podría mejorar significativamente la calidad de vida de estos adultos mayores, quienes han contribuido a la economía de ambos países a lo largo de los años.
Además, las dificultades económicas de estos migrantes resaltan la necesidad de políticas más inclusivas y de apoyo por parte de los gobiernos tanto de México como de Estados Unidos. Es crucial reconocer y abordar las contribuciones y las necesidades de este grupo vulnerable para garantizar una vida digna en su vejez.