El museo responde a críticas por la exposición «Tembló acá un delirio»
El Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha tomado la decisión de retirar dos obras de la exposición «Tembló acá un delirio» de la artista argentina Ana Gallardo. Esta decisión se produjo tras una ola de críticas que acusaban a las piezas de revictimizar a las mujeres residentes de Casa Xochiquetzal, un albergue para extrabajadoras sexuales de la tercera edad.
Las obras retiradas son «Extracto para un fracasado proyecto, 2011-2024» y «Sin título, 2011». Ambas formaban parte de una colección que buscaba abordar temas de vulnerabilidad y resistencia, pero que, según los críticos, terminó exponiendo de manera inapropiada a las mujeres del albergue. El MUAC, en una sesión extraordinaria de su Comité Curatorial y de Programación, decidió retirar las obras y emitió una disculpa pública a las personas afectadas.
En su comunicado, el MUAC reconoció la importancia de escuchar y responder a las críticas constructivas, subrayando su compromiso con el respeto y la dignidad de todos los individuos representados en sus exposiciones. «Estamos comprometidos con crear un espacio seguro y respetuoso para todas las voces. Lamentamos profundamente cualquier daño causado y trabajaremos para mejorar nuestros procesos curatoriales,» afirmó el director del museo.
Esta polémica ha generado un debate más amplio sobre los límites del arte y la responsabilidad de los museos y artistas al representar historias de grupos vulnerables. Algunos argumentan que el arte debe tener la libertad de explorar y exponer temas difíciles, mientras que otros insisten en que debe hacerse con una sensibilidad y ética que no cause daño a las comunidades representadas.
El retiro de estas obras ha sido un recordatorio de la necesidad de una cuidadosa consideración y diálogo continuo entre los artistas, los curadores y las comunidades afectadas. La medida tomada por el MUAC es vista como un paso importante hacia la reconciliación y la mejora de sus prácticas curatoriales.
En respuesta a esta situación, Ana Gallardo ha expresado su comprensión y apoyo a la decisión del MUAC, afirmando que su intención nunca fue causar daño, sino visibilizar las historias de resistencia de las mujeres de Casa Xochiquetzal. La artista ha señalado que continuará trabajando en proyectos que aborden temas sociales, pero con un enfoque renovado en la colaboración y el consentimiento de las personas involucradas.
La comunidad artística y los visitantes del MUAC siguen atentos a los desarrollos de esta situación, esperando que sirva como un catalizador para discusiones más profundas y reflexivas sobre la representación en el arte contemporáneo.
