Alejar de la mente los famosos «pensamientos intrusivos» puede ser complejo, pero la reflexión te ayudará a encontrar la paz
¿Alguna vez te has sentido tan inquieto que no eres capaz de controlar ni tus pensamientos ni los malestares físicos?, si te ha pasado una o más veces probablemente te hayas enfrentado a un cuadro de ansiedad que aunque puede ser una respuesta completamente natural del cuerpo ante los altos niveles de estrés, también puede empeorar con el tiempo hasta llegar a afectar tu salud mental. La buena noticia es que técnicas de relajación como controlar la respiración o hacerte a ti mismo una serie de preguntas pueden ayudarte a encontrar la paz que tanto buscas.
De acuerdo con expertos de MedlinePlus, la razón por la que encontrar la paz contigo mismo se vuelve tan complejo cuando tienes ansiedad es porque cuando el cuerpo la usa como mecanismo de defensa, el organismo se apodera de sentimientos como el miedo, temor o inquietud, además que otros síntomas que se pueden presentar son la tensión y las palpitaciones, pero sólo conforman una pequeña parte de las consecuencias de lo que ocurre cuando el estrés se acumula. Pues en la mayoría de los casos, cuando se llega a estos puntos, a las personas les resulta casi imposible continuar con sus actividades como la escuela o el trabajo.
Lo anterior puede llegar a traer graves consecuencias como despidos ante la falta de concentración o lo difícil que resulta tomar decisiones para quienes sufren de este problema, es por ello que te compartimos las cinco preguntas que te puedes hacer a ti mismo cuando sientas que la ansiedad invade tu cuerpo. Además, el pensar en ellas te puede ayudar a controlar los principales malestares como:
- Cambios de comportamientos como el dejar de hacer cosas que antes te apasionaban
- Pensamientos difíciles de controlar que te hacen sentir inquieto
- Síntomas como latidos rápidos del corazón, dolores en el pecho u otras partes del cuerpo, mareos o falta de aire
¿Qué es lo que te está causando la ansiedad?
Uno de los primeros cuestionamientos que debes realizarte es qué es lo que te está detonando la ansiedad y para ello puedes hacer un análisis de en dónde está centrada tu atención y preocupación, pues en la mayoría de los casos el darle tanta importancia a esto puede ocasionar el estrés y como resultado de ello llega el miedo o la inquietud. Por otro lado, también es importante razonar qué tan exigente estás siendo contigo.
Para poner un ejemplo, hay que situarnos en un problema de la oficina que te agobia, pero del que no puedes hacer mucho para solucionar y aún así te ha hecho caer en un sobre esfuerzo mental y emocional. Si este es tu caso, tómate un respiro y de ser necesario pide apoyo o déjalo pasar, en especial si no puedes resolverlo por tu propia cuenta.
Cuando todo pasa, ¿recuperas la paz?
Aunque el cuestionamiento anterior es importante para encontrar tu paz, en muchas ocasiones es extremadamente difícil encontrar el problema de raíz; pongamos otro ejemplo, si al ansiedad ocurre por tener que presentar un examen y tras realizar la prueba o tener los resultados, los malestares siguen presentes, es muy probable que esta no era tu mayor preocupación, sino tal vez reprobar una materia, enfrentar al profesor o a tus padres, o bien, perder una buena oportunidad.
¿Crees en ti mismo?
Tomando el ejemplo anterior, los malestares de la ansiedad pueden estar relacionados sólo a una incertidumbre por no creer en ti mismo, por ejemplo, al sentir que no tienes los conocimientos suficientes para pasar una prueba ya sea de la escuela, de trabajo o de conducir. Es por ello que esta pregunta te servirá para guiar el camino hacia la paz; el truco está en atreverte a creer en ti y encontrar esa confianza en lo que haces o puedes ofrecer.
¿Te perdonas de los errores del pasado?
Sin importar si tu ansiedad es momentánea y detonada en el momento o ya tienes un diagnóstico, debes de tomar en cuenta cómo funciona la ansiedad en tu cuerpo, mente y pensamientos, pues muchas veces esas inseguridades, miedos o falta de confianza vienen del pasado. Por ejemplo, que por un error durante un examen quedaste fuera de la universidad de tus sueños y ahora cada que tienes que hacer una prueba viene de regreso ese miedo de quedar excluido.
En casos como estos debes de preguntarte si algo del pasado te pesa en el presente y darte la oportunidad de perdonarte por lo que ya pasó, pues de esta forma lograrás encontrar la confianza en ti y así alejar la ansiedad.
¿Todos tus pensamientos son verdaderos o son falsos?
Finalmente, un truco que te ayudará a encontrar la paz y esa tranquilidad contigo es el analizar tus pensamientos, ya que desde la psicología se conoce a algunos de ellos como «falsos» o «intrusivos» y también son una respuesta del miedo, angustia o preocupación a causa de los altos niveles de estrés. Cuando éstos aparecen se trata de respuesta traicionera en la que uno mismo piensa cosas negativas de sí mismo, pero identificarlos puede ser fácil y si en el momento ansioso no se sabe cómo tomarlos, cuando te encuentres en calma pregúntate si realmente son ciertos. Algunos ejemplos son:
- «No sirvo para nada». ¿Realmente fue cierto o se trató de una respuesta ansiosa de no poder resolver un problema al instante?
- «Nunca lo voy a lograr». ¿Tienes pruebas que lo confirmen o es parte del miedo a intentar y confiar en ti?
- «Nada sale como lo planeo». ¿Las cosas tienen que ser así siempre?, ¿consideras que hay cosa que no puedes controlar y por mucho que planees, algo puede salir mal?