Estrategias de comunicación en la recta final de las elecciones parecen ser molestas
En los últimos días de la campaña electoral en Estados Unidos, los equipos de Kamala Harris y Donald Trump han intensificado sus esfuerzos de comunicación, saturando los teléfonos de millones de estadounidenses con mensajes de texto. Esta estrategia busca llegar a posibles votantes y donantes de manera rápida y económica, evitando las restricciones de la publicidad tradicional.
Los mensajes de texto se han convertido en una herramienta clave para ambas campañas, permitiendo un contacto directo y personalizado con los electores. Sin embargo, esta táctica ha generado diversas reacciones entre los destinatarios. Algunos, como Robyn Beyah, quien asistió a un mitin de Harris en Atlanta, consideran los mensajes «inofensivos» y están dispuestos a recibir más. Otros, como Ebenezer Eyasu de Stone Mountain, Georgia, encuentran que la constante recepción de textos se ha convertido en «ruido de fondo».
La campaña de Harris ha utilizado estos mensajes para destacar su compromiso de representar a todos los estadounidenses, mientras que la campaña de Trump ha empleado la misma táctica para movilizar a sus seguidores y criticar a sus oponentes. A medida que se acercan las elecciones, el uso de mensajes de texto se ha intensificado, reflejando la importancia de cada voto en esta contienda tan reñida.
