El martes 9 de mayo, en Culiacán, Sinaloa, a las 8:48 de la noche, un grupo de hombres con armas largas abrieron fuego contra una florería «Rosas, localizada en el centro de los Mochis.
En cuanto los empleados del establecimiento escucharon las ráfagas, corrieron a refugiarse. «Hay niños» gritan en el acto, pero eso no provoca que los disparos se detengan. A causa del ataque, un joven de 21 años de edad, llamado Brandon Alex, quedó herido.
Las cámaras de vigilancia dentro y fuera del local grabaron perspectivas distintas de lo acontecido. Una patrulla de la policía cercana, en la que se encontraban dos oficiales, muestra cómo los policías huyen en el instante en el que hacen aparición los sicarios. Un oficial se echa reversa, y deja a su compañera a su suerte, mientras comienzan los disparos y los gritos de terror dentro de la florería.
Para el miércoles 10 de mayo, después de la noche de terror, los empleados de la florería encontraron una corona fúnebre dispuesta fuera del negocio, con mensajes de amenaza.
El alcalde de la entidad, Gerardo Vargas Landeros, justificó la huida de los policías, argumentando que eran superados en armas y en números, y que en ningún caso fue una retirada definitiva, pues minutos después arribaron con refuerzos, pero los sicarios ya habían escapado.
Aseguró también que el caso ya se encuentra bajo la investigación de la Fiscalía General del Estado. Debido a la amenaza de la corona fúnebre, la florería fue clausurada por seguridad de los empleados.
