Después de semanas de incertidumbre, finalmente se hizo oficial el nombramiento de Javier Aguirre como el recién nombrado director técnico de la Selección Mexicana, junto con su destacado auxiliar técnico Rafael Márquez, para los Mundiales de 2026 y 2030.
La presentación de «Vasco» y «Káiser» tuvo lugar entre bombos y tarolas. Duilio Davino, Director de Selecciones Nacionales, e Ivar Sisniega, presidente ejecutivo de la Federación Mexicana de Futbol, informaron sobre los objetivos del proyecto futbolístico para los próximos seis años.
A pesar de que tanto los líderes como los recién llegados miembros del cuerpo técnico afirmaron que hay un plan para apoyar la llegada de Javier, Aguirre aparece nuevamente como el salvavidas que solucionará la crisis del Tricolor que ha fracasado en todos los torneos que ha disputado en los últimos años, excepto en la Copa Oro que logró con la dirección de Jaime Lozano.
No obstante, Sisniega y Davino tuvieron un papel importante en la configuración del plan futbolístico en relación a los objetivos que se esperan para el futuro.La primera tarea es formar un nuevo cuerpo técnico bajo la dirección de Márquez y Aguirre, mientras que la segunda es organizar partidos amistosos contra cualquier selección del mundo con el fin de mejorar el nivel y aumentar la calidad de los jugadores.
Ivar afirmó que el proyecto, aunque se permita la entrada de estas figuras emblemáticas, sigue siendo el mismo que se presentó cuando Lozano aún era el estratega nacional. En consecuencia, Javier y Rafael llevarán a cabo la continuación de este proceso que se inició hace tiempo, pero con el objetivo de fortalecer la Selección Mexicana para los próximos Juegos Olímpicos y otorgarle estabilidad.