El miércoles 19 de marzo de 2025, una nueva manifestación se llevó a cabo en Buenos Aires, Argentina, protagonizada por jubilados, hinchas de fútbol, sindicatos y activistas. Este nuevo acto de protesta tiene como objetivo rechazar las políticas de austeridad implementadas por el gobierno del presidente Javier Milei, quien ha sido acusado de afectar principalmente a los jubilados, el sector más vulnerable de la sociedad.
La marcha coincide con un debate crucial en la Cámara de Diputados sobre un decreto presidencial que busca el apoyo del Congreso para un posible nuevo acuerdo de deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Con un gobierno sin mayoría propia, Milei necesita el respaldo de aliados para aprobarlo, lo que exige la aprobación de al menos una de las cámaras del Congreso.
Para prevenir disturbios, el gobierno ha desplegado un operativo de seguridad sin precedentes, con más de 2,000 efectivos y una fuerte presencia de fuerzas de seguridad, incluidos camiones de las fuerzas de seguridad, carros hidrantes y vallas metálicas alrededor del Congreso. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, calificó la manifestación de «intento de desestabilización» y alertó sobre posibles represalias ante cualquier acto de violencia. En las estaciones de tren, las autoridades emitieron advertencias a los pasajeros, asegurando que la protesta no justificaría ninguna actitud violenta.
Este acto de protesta llega después de la violenta represión ocurrida el 12 de marzo, que dejó 45 heridos y más de un centenar de detenidos. Durante los enfrentamientos, un fotógrafo resultó gravemente herido por el disparo de gas lacrimógeno, lo que generó una ola de críticas hacia la ministra Bullrich. A pesar de las demandas de una investigación interna, la ministra se negó a abrir una indagación y ofreció recompensas para identificar a los presuntos responsables de los disturbios.
El ajuste fiscal implementado por el presidente Milei, cuyo objetivo declarado es combatir la inflación y equilibrar las cuentas públicas, ha tenido consecuencias negativas para la economía argentina. A pesar de haber logrado reducir la inflación del 211% en 2023 al 118% en 2024, la economía experimentó una contracción del 1,8% en el último año, y el consumo ha seguido cayendo durante 14 meses consecutivos. El gobierno ha afirmado que necesita un nuevo préstamo del FMI para fortalecer las reservas del país en medio de la creciente incertidumbre en los mercados financieros.
El descontento de los jubilados es uno de los puntos más críticos de la protesta. Aproximadamente un 60% de los jubilados en Argentina recibe el salario mínimo, equivalente a unos 265 dólares, y han sufrido recortes en sus beneficios, como la congelación de un bono de 70 dólares y el aumento del precio de los medicamentos. La reciente represión contra una marcha de jubilados, que incluyó el caso de una anciana de 81 años que fue gaseada y empujada hasta desmayarse, ha generado un gran repudio social.
En respuesta a la situación, la Confederación General del Trabajo (CGT) ha convocado a un paro general de 24 horas para abril, aumentando las tensiones sociales y políticas en el país.
El malestar de los ciudadanos, especialmente de los jubilados y trabajadores, sigue creciendo en un contexto económico cada vez más difícil, lo que mantiene al gobierno de Milei bajo una fuerte presión.
