La película de 1993 dirigida por Frank Marshall, y protagonizada por Ethan Hawke y John Malkovich, también se inspira en una novela que relató las vicisitudes de los supervivientes del accidente aéreo de los Andes de 1972
Probablemente ya hayas visto La sociedad de la nieve o te hayas encontrado con uno (o varios) de los numerosos artículos que se están publicando sobre la película de J.A. Bayona que representará a España en la próxima edición de los Premios Oscar. La cinta del director español retrata los más de dos meses de convivencia de los 16 supervivientes (de los 45 pasajeros totales,19 de ellos, miembros del equipo de rugby Old Christians Club) del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya que se estrelló el 13 de octubre de 1972 en la Cordillera de los Andes. El aéreo cayó en El valle de las lágrimas: un glaciar a 3.500 metros de altura que invita a la hostilidad más implacable.
La sociedad de la nieve, el regreso al cine en español del director de El Orfanato de la mano de Netflix, no ha sido la única película que ha mostrado la adaptación del ser humano a las necesidades vitales que fueron apareciendo a aquellos que consiguieron superar el primer impacto del accidente.
Otra adaptación del suceso se produjo en ¡Viven! (1993), la cinta dirigida por Frank Marshall que protagonizaron Ethan Hawke y John Malkovich. El filme estaba basado en la novela de Piers Paul Read, Alive: The Story of the Andes Survivors, mientras que la cinta de Bayona toma como material de referencia La sociedad de la nieve de Pablo Vierci, escritor uruguayo que recogió durante años los testimonios de los supervivientes del desastre, formando un relato más fidedigno de los hechos.
“Ambas son un caso real”
Entre comparaciones y discursos, el hermano de Bayona, Carlos, ha querido defenderlo de las críticas que sitúan a La sociedad de la nieve como un remake de la cinta de Marshall, estrenada mucho antes y basada en otra novela sobre el trágico accidente. “Pasados los días del estreno voy a hacer una reflexión hacia todos aquellos que hablan de La sociedad de la nieve como un remake de Viven. Ambas películas están basadas en un caso real”, ha sentenciado.
“En la española hay un mayor reconocimiento a los que no volvieron de la montaña. La americana, desde su mismo título, Viven, centran su mirada en los que ‘viven’”, ha añadido Carlos. El hermano del director ha intentado aclararlo poniendo como ejemplo la reciente cinta de Napoleón, dirigida por Ridley Scott y cómo el hecho de que muchos largometrajes pueden inspirarse en un hecho histórico no significa que tengan, por ende, que ser similares.
“La sociedad de la nieve hace un ejercicio por recordar a los que no volvieron. No es mejor ni peor una que la otra, son diferentes enfoques. Lo que sí es cierto es que es una película necesaria, sobre todo para aquellos amigos y familiares de los muertos”, ha añadido Carlos Bayona.
Una película edulcorada
¡Viven! fue la adaptación de Hollywood de una historia que, durante años, fue paseándose por los despachos de las grandes productoras con un guion que no terminaba de convencer a causa del canibalismo. La película de Marshall recaudó casi 90 millones de dólares (poco más de 82 millones de euros). La secuencia del accidente aéreo tardó nueve días en rodarse y muchos de los actores del largometraje tuvieron que tomar de forma continuada pastillas contra el mareo, ya que pasaban mucho tiempo revolcándose en la nieve y en los distintos sets. La película se rodó en la estación de esquí de Panorama, en las Montañas Rocosas canadienses: todos los miembros del elenco, 150 personas entre actores y técnicos, llegaban hasta dicho enclave con una flota de cinco helicópteros.
“En fin, hay muchas cosas que están noveladas, para hacerlo algo más visible, algo muy típico de Hollywood, pero que deja bastante que desear”, comentó sobre la película de Marshall el superviviente Antonio Vizintín en una entrevista con Vanity Fair. “En general me gustó, aunque luego salí pensando que no es lo que de verdad esperaba ni lo que hubiéramos deseado que fuese”, indicó hace un par de años al mismo medio, mostrando su descontento con el largometraje. “La dramatizaron para darle un poco de emoción. En la montaña no había luces, por ejemplo. En la película se ve como quemaron cajones y guitarras cosas que no son ciertas…”, proseguía Vizintín.
Para los curiosos que quieran comparar, y comprobar, las diferencias entre ¡Viven! y La sociedad de la nieve, el largometraje de Marshall está disponible en España en SkyShowtime y Movistar Plus+. También se puede alquilar en Prime Video. Las dos anteriores no son las únicas películas que han retratado el accidente de los Andes, pues apenas cuatro años después del suceso real, el director mexicano René Cardona estrenó Supervivientes en los Andes.