En un movimiento reciente, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha propuesto un plan para hacer que los cigarrillos sean menos adictivos.

La iniciativa busca reducir la cantidad de nicotina en los cigarrillos a niveles no adictivos, lo que podría tener un impacto significativo en la salud pública al disminuir la dependencia de los fumadores.
El destino de esta propuesta ahora depende del ex presidente Donald Trump, quien tiene una influencia significativa en la actual administración y podría determinar si la medida se implementa o no. Esta iniciativa se enmarca en un esfuerzo más amplio por parte de la FDA para abordar la crisis de salud pública relacionada con el tabaquismo, que sigue siendo una de las principales causas de enfermedades y muertes prevenibles en Estados Unidos.
La comunidad médica y de salud pública ha recibido con agrado esta propuesta, considerando que podría representar un paso importante hacia la reducción del número de nuevos fumadores y ayudar a los actuales a dejar de fumar. Sin embargo, la industria tabacalera y sus aliados han expresado preocupación y oposición, argumentando que la medida podría tener consecuencias económicas negativas.