Senadores panistas rechazan la continuidad de la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, acusando falta de autonomía e ineficacia en su gestión.
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En un acto cargado de simbolismo, miembros del Partido Acción Nacional (PAN) expresaron su enérgico rechazo a la reelección de Rosario Piedra Ibarra como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Ataviados con ropa negra y portando ofrendas florales, los legisladores panistas realizaron una protesta frente a las instalaciones de la CNDH, declarando la «muerte» del organismo, al que acusan de no cumplir con su misión de salvaguardar los derechos humanos en México.
El dirigente nacional del PAN, Jorge Romero, encabezó la manifestación, destacando que esta postura no es un ataque personal hacia Rosario Piedra, sino una condena a la falta de independencia y a la ineficacia demostrada por la CNDH bajo su liderazgo. Romero calificó la reelección como una «tragedia para las víctimas y para el país», subrayando que con la ratificación de Piedra, el organismo pierde su legitimidad.
A su vez, la senadora Guadalupe Murguía señaló que la reelección de Piedra, impulsada por Morena y sus aliados, prolonga la inacción en la defensa de los derechos humanos en México. Para los senadores panistas, la CNDH ha quedado relegada al servicio del poder político, ignorando las demandas de las víctimas y protegiendo a los sectores privilegiados. La protesta, aunque simbólica, también fue un firme recordatorio de que, aunque la CNDH pueda estar «muerta», la lucha por los derechos humanos sigue viva.