La reciente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos ha generado preocupación entre millones de migrantes y potenciales migrantes en todo el mundo.
A pesar de las promesas del republicano de reducir la inmigración y restringir las vías legales de entrada al país, los expertos coinciden en que estas medidas solo harán que los migrantes ajusten sus planes y recurran más a los servicios de traficantes, aumentando el riesgo de caer en manos del crimen organizado.
Durante el primer mandato de Trump, las ciudades fronterizas mexicanas estaban saturadas de migrantes, quienes eran secuestrados, extorsionados y reclutados a la fuerza por los cárteles. Aunque el gobierno de Joe Biden implementó el programa CBP One para ordenar el proceso de solicitud de asilo, Trump ha prometido acabar con este programa y restringir el reasentamiento de refugiados en el interior de Estados Unidos.
A pesar de la inquietud generada por la victoria de Trump, muchos migrantes continúan su camino hacia Estados Unidos. La Organización Internacional para las Migraciones estima que hay unos 281 millones de migrantes en el mundo, y cada vez más personas se verán desplazadas por motivos políticos, económicos o por la violencia. La falta de vías legales obliga a los migrantes a buscar canales irregulares, que son extremadamente peligrosos.
Este panorama subraya la necesidad de encontrar soluciones que garanticen la seguridad y los derechos de los migrantes, evitando que caigan en manos de organizaciones criminales y asegurando un trato justo y humano en su búsqueda de una vida mejor.
