Obras de apenas más de 200 páginas para devorar en un par de días
Se aproxima el fin de semana, el momento en el que por fin hay tiempo para lo que realmente nos gusta. Como esta época del año además invita a quedarse en casa, la mejor opción posible es dejarse acompañar de un buen libro. Una buena novela, cuando no excede de las 300 páginas, se presta a la lectura continuada y se puede terminar en apenas un par de días. Para estos días libres que empiezan, revisamos las novedades editoriales y seleccionamos las mejores novelas cortas recientes para leer en un solo fin de semana.
Novelas cortas que enganchan por su originalidad
Lo que parecen ser unas señales de ovnis en El Saler, Valencia, desencadenan la acción de Los guapos, la nueva novela de Esther García Llovet, que vuelve a unir humor, absurdo y un fino sentido de la observación en una obra para leer de una sola sentada. Desde una perspectiva muy distinta, Silvia Hidalgo nos presenta en Nada que decir una historia sobre la búsqueda de la pasión pasados los 40, y la lucha contra el desencanto. Además, es la ganadora del último premio Tusquets de novela.
Para los que buscan una novela adictiva e inclasificable, DumDum, estudio de grabación es la elección perfecta. En ella, Justo Navarro mezcla novela negra y ciencia ficción con una investigación sobre una droga que hace que los que la toman desaparezcan.
Novelas cortas emocionantes para el fin de semana
Maestro de la novela negra, Andrea Camilleri también cultivó otros géneros. Por ejemplo, La masacre olvidada, que recupera la memoria histórica de Sicilia con las distintas matanzas que se sucedieron a manos de terratenientes y mafiosos en el siglo XIX. Sobre memoria también nos habla Los hijos dormidos, la novela de Anthony Passeron que rastrea el efecto del sida y la epidemia de heroína en su familia durante los años 80.
Para terminar, dos miradas distintas y complementarias sobre la familia. En Pequeño hablante, Andrés Neuman documenta el crecimiento de un hijo desde la fascinación y la emoción por cada uno de sus pasos. Por su parte, en Como de aire, Ada D’adamo se centra en la relación entre una madre y una hija cuando la primera descubre que está enferma.