Las elecciones del pasado 2 de junio marcaron un nuevo panorama a nivel nacional. A partir del primero de octubre de 2024 en nuestro país 13 mujeres encabezarán gobiernos estatales y por primera vez en la historia, tendremos una mujer presidenta. Sin duda, esto es un paso crucial en el empoderamiento femenino, así como en la construcción de un México paritario.
Y es que debemos dimensionar el tema de las mujeres al frente del gobierno. De acuerdo con ONU Mujeres a nivel mundial, nueve de cada 10 jefaturas de Estado (o equivalentes) están encabezadas por hombres. Esto llevó al Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) a realizar un estudio pionero y dar respuesta a la pregunta ¿Las mujeres saben gobernar? El IMCO analizó 72 indicadores que miden la competitividad de las 32 entidades del país entre 2005 y 2022. En total, se analizaron 127 gubernaturas entre 2005 y 2022, de las cuales 12 fueron ocupadas por mujeres, lo que equivale al 9% del total de gubernaturas.
Destacamos los siguientes resultados: en promedio, en los gobiernos dirigidos por mujeres, la población tiene medio año más de escolaridad que en aquellos dirigidos por hombres. Además, cuando las mujeres lideran los gobiernos estatales, tiende a haber más personas en el mercado laboral (43%) que cuando son liderados por hombres (41%). Otro dato significativo fue que los estados gobernados por mujeres tienden a presentar una recaudación de ingresos estatal más alta (11.9%) que los estados gobernados por hombres (8.6%).
Y aunque el estudio concluye que, hasta el momento no hay suficiente evidencia que indique que mujeres y hombres logren resultados diferentes a nivel estatal en México al considerar variables que miden la competitividad, lo que sí puede concluirse es que se están dando pasos en la dirección correcta. Las mujeres hemos vivido en condiciones de desigualdad, nos enfrentamos al techo de cristal y a una cultura machista que perpetúa violencias en nuestra contra.
En el México de la disparidad, es importante enfatizar que las mujeres tienen todo el potencial y la capacidad para gobernar con igual o mayor eficacia que los hombres. A lo largo de la historia, ha habido numerosos ejemplos de mujeres que han liderado con éxito países, comunidades y organizaciones, demostrando un estilo de liderazgo diferente y, en muchos casos, más efectivo.
Es hora de derribar las barreras y crear un mundo donde las mujeres tengan las mismas oportunidades para liderar y contribuir al bien común. Parafraseando a Claudia Sheinbaum, “no llego, llegamos todas”. Y así, México seguirá haciendo historia.