Javier Bello Orbe, excomandante de la Policía Ministerial de Guerrero, fue liberado tras una decisión de la jueza federal Raquel Duarte Cedillo.
La jueza determinó que no existían pruebas suficientes para procesarlo por los delitos de delincuencia organizada y desaparición forzada en relación con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en 2014.
Durante la audiencia, se concluyó que la Fiscalía General de la República (FGR) no aportó pruebas suficientes que vincularan a Bello Orbe con los hechos. Testigos protegidos no mencionaron al excomandante por su nombre, apellido o alias, ni lo identificaron en fotografías. Como resultado, Bello Orbe abandonó el penal federal del Altiplano, donde estuvo recluido durante seis días.
Esta liberación ha generado una fuerte reacción en la opinión pública y entre los familiares de los desaparecidos de Ayotzinapa, quienes continúan buscando justicia y verdad sobre lo ocurrido. La decisión de la jueza ha sido criticada por defensores de derechos humanos y organizaciones civiles, que ven en esta resolución un obstáculo más en la lucha por esclarecer el caso y castigar a los responsables.
El caso Ayotzinapa sigue siendo uno de los más emblemáticos y dolorosos en la historia reciente de México, y la liberación de Bello Orbe pone de manifiesto las dificultades que enfrentan las autoridades para lograr avances significativos en la investigación y procesamiento de los involucrados.
