La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) llamó a eliminar las limitaciones y barreras que enfrentan las parteras tradicionales, ya que la falta de reconocimiento y apoyo a sus saberes puede llegar a traducirse en que mujeres y personas gestantes, como los hombres trans, cuenten con obstáculos que les impidan ejercer su derecho a decidir en dónde y con quién parir, limitando esta práctica y orillando, así, la atención exclusivamente a hospitales o clínicas de salud.
En el Día Internacional de la Partera, que se conmemora hoy, refirió que según datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), en México existen alrededor de 21 mil 597 personas que se dedican a esta actividad, mismas que, en ocasiones, son el primer y único punto de atención en las comunidades rurales, pero también y de modo creciente, en el ámbito urbano.
“En ambos contextos desempeñan un papel fundamental en el acompañamiento del embarazo, parto y puerperio, llevando a cabo cuidados relacionados con la salud reproductiva, planificación familiar, detección de embarazos, promoción de la lactancia materna, entre otras, dando acompañamiento y seguimiento a las personas gestantes durante su vida reproductiva”, expuso en un comunicado.
En este contexto, llamó a las autoridades del Estado mexicano a reconocer y respetar plenamente la práctica de la partería tradicional, ya que es una labor que hace efectivo el derecho a la salud y a la protección de los derechos culturales de pueblos y comunidades originarias.
La CNDH recordó que la partería se encuentra fundamentada en el reconocimiento de la medicina tradicional plasmado en los artículos 1 y 2 de la Constitución, así como en los artículos 6 y 93 de la Ley General de Salud. Sin embargo, aún no existe garantía de su ejercicio libre, lo que ocasiona que se vea mermada su preservación y restringida su práctica, al tener que enfrentar actitudes discriminatorias y con poco o nulo enfoque intercultural durante la realización de su labor.