Tuvieron que pasar más de tres décadas para que los Detroit Lions volvieran a ganar un partido de playoffs
Tuvieron que pasar más de tres décadas para que los Detroit Lions volvieran a ganar un partido de playoffs, y lo hicieron a costa de su última gran figura.
El regreso de Matthew Stafford al Ford Field fue con un sabor agridulce para el quarterback, quien no pudo impedir que Los Ángeles Rams perdieran (23-24) ante los Lions, en el choque más parejo de la ronda de comodines.
El ya lejano 1991 fue el año en que se registró el último triunfo de Detroit en la postemporada, racha que ha llegado a su fin. Acumulaban nueve reveses en fila, pero terminó la sequía y se instalaron en la ronda divisional, donde esperan por el vencedor del duelo entre los Filadelfia Eagles y Tampa Bay Buccaneers.
Tal como se preveía, Lions y Rams midieron fuerzas en el duelo más igualado de la primera ronda de playoffs. Ambos equipos, con fortalezas similares, logaron explotar a la ofensiva durante la primera mitad, donde se combinaron para 38 puntos.
Detroit fue el primero en pegar y se fueron al descanso con ventaja de cuatro unidades. Para el complemento todo cambió. Ahora fueron las defensivas quienes impusieron condiciones, y durante los 30 minutos finales no permitieron ningún touchdown. Los ataques se tuvieron que conformar con tres intentos de gol de campo que puso el partido con un punto de diferencia.
LA ESPERANZA DE RAMS SE FUE DESVANECIENDO ANTE LOS LIONS
Rams tuvo la última oportunidad, pero los oficiales perdonaron una infracción sobre el novato sensación Puka Nacua que terminó con cualquier esperanza que tenía la visita de salir del Ford Field con un resultado positivo.
Nacua fue un dolor de cabeza para la secundaria de Detroit a lo largo de todo el partido, donde contabilizó nueve recepciones para 181 yardas y un touchdown. Esas 181 yardas, significan un nuevo récord para un receptor novato en la historia de los playoffs.
Con menos de cuatro minutos en el reloj, los Lions solamente necesitaban de dos primeros y diez para asegurarse el triunfo. Dan Campbell fue agresivo, buscó jugadas por aire que Jared Goff completó. El tiempo llegó a su fin y el Ford Field explotó en un histórico triunfo para una franquicia acostumbrada a sufrir, y que llegará jugará en casa la ronda divisional tras la eliminación de Dallas.
