La temporada de invierno ha llegado a Delhi, la capital de la India, trayendo consigo un aumento significativo de esmog y cielos grisáceos debido a la contaminación del aire.
Las autoridades indias han decidido extender el plan de emergencia para proteger a los ciudadanos de los peligros que representa la mala calidad del aire.
El índice de calidad del aire se encuentra muy por encima del límite aceptable, lo que puede causar múltiples enfermedades respiratorias y reducir la esperanza de vida de los habitantes de la ciudad.
En respuesta a esta grave situación, el Tribunal Supremo de la India ha ordenado la extensión del nivel más estricto del plan de emergencia por 72 horas. Este plan, conocido como el Plan de Acción de Respuesta Graduada (GRAP), incluye restricciones a las actividades industriales, la construcción y el tráfico vehicular.
Las escuelas han sido cerradas y se recomienda a la población evitar la exposición al aire libre en la medida de lo posible. Los medios de comunicación locales han utilizado términos como «tóxico» y «mortal» para describir el estado del aire, generando un clima de pánico en las redes sociales.