Más allá de Mortadelo y Filemón: los otros personajes de Francisco Ibañez

El dibujante español, que ha fallecido este sábado en Barcelona, fue el padre de el Botones Sacarino, Rompetechos o ’13 Rúe del Percebe’

Pocos españoles no sabrán quiénes son Mortadelo y Filemón. Los personajes creados por Francisco Ibáñez, el dibujante que ha fallecido este sábado en Barcelona a los 87 años, son de los más relevantes del panorama español. Los disfraces de Mortadelo o los dos pelos de Filemón forman parte de la iconografía española y trascienden el mundo del tebeo.

El Súper, Ofelia, el Profesor Bacterio

Además de los dos agentes de la T.I.A., dentro de su propio universo, otros personajes forman parte del imaginario colectivo, como el superintendente Vicente, conocido simplemente como ‘El Súper’; su secretaria Ofelia, siempre enamorada de Mortadelo; o el Profesor Bacterio, el científico que con sus inventos trataba de ayudar a Mortadelo y Filemón en sus misiones, siempre con catastróficas consecuencias.

Además, en los últimos álbumes, Ibáñez también incorporó a personajes de la vida pública, como Luis Bárcenas o Pablo Iglesias.

Rompetechos

Pero, además de estos, Ibáñez creo muchos otros personajes que también alcanzaron la fama. Por ejemplo, Rompetechos, el señor bajito y cabezón que, a pesar de tira más bien a cegato, no admitía su incapacidad visual, lo que le llevaba a confundir el mobiliario urbano con agentes de la autoridad. Su nombre pasó a ser sinónimo de persona que no veía bien en el habla popular.

Botones Sacarino

También entró en el olimpo del tebeo español el Botones Sacarino, un muchacho poco proclive al trabajo y bastante hacia el escaqueo, lo que provocaba las iras de sus jefes en el banco en el que trabajaba.

13, Rue del Percebe

Otro de sus cómics más relevantes era su original ’13, Rue del Percebe‘: la historia de una comunidad de vecinos a la que se ‘destapaba’ la fachada para poder ver las interioridades de sus habitantes, desde un caco hasta un veterinario, pasando por una pensión de realquilados o un tendero estafador. Cada piso era un gag en sí mismo, que lograba la carcajada con una única línea de diálogo. La historia sirvió de inspiración para las exitosas series de ‘Aquí no hay quien viva’ y ‘La que se avecina’.

Pepe Gotera y Otilio

Otros de sus personajes que inspiraron a la pequeña pantalla fueron Pepe Gotera y Otilio, que su trasunto televisivo se llamaban Manolo y Benito en ‘Manos a la obra’. Los originales de Ibáñez eran los clásicos chapuzas, que siempre acababan desesperando a los clientes.

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