La propuesta busca fortalecer a Pemex y la CFE, otorgándoles un papel preponderante en el sector energético
El 14 de octubre de 2024, en una sesión extraordinaria de las comisiones unidas de Puntos Constitucionales, Energía y Estudios Legislativos del Senado de la República, los legisladores de Morena y sus aliados aprobaron la minuta de la reforma energética. Esta propuesta fue aprobada por mayoría, y ahora será discutida en el Pleno del Senado.
La reforma propone transformar el concepto de «empresas productivas del Estado» por el de «empresas públicas del Estado», y establece que el sector público tendrá a su cargo las áreas estratégicas, manteniendo siempre el gobierno federal la propiedad y el control sobre los organismos y empresas públicas del Estado. Además, se busca fortalecer a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), otorgándoles un papel preponderante en el sector energético.
El dictamen reforma los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, detallando que el Estado tendrá el control del sistema eléctrico nacional y del servicio público de transmisión y distribución de energía eléctrica, así como de la exploración y extracción de petróleo. También se plantea que no se considerará un monopolio el servicio de internet que provea el Estado.
La presidenta Claudia Sheinbaum destacó la importancia de esta reforma para garantizar la soberanía energética del país y asegurar que las empresas públicas puedan competir en igualdad de condiciones con las empresas privadas. «Esta reforma es un paso crucial para fortalecer nuestra economía y proteger nuestros recursos naturales,» afirmó Sheinbaum.
La oposición, integrada por el PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, argumentó que la reforma podría limitar la competencia y afectar negativamente a las inversiones privadas en el sector energético. Sin embargo, los partidarios de la reforma insisten en que es necesaria para garantizar la estabilidad y el desarrollo sostenible del país.
