En un curioso incidente ocurrido en Hunter Valley, al norte de Sídney, Australia, Matilda Campbell, una joven amante de la naturaleza y la fotografía, quedó atrapada en una grieta de aproximadamente tres metros de profundidad mientras intentaba recuperar su teléfono móvil.
Todo comenzó cuando Campbell, fascinada por el paisaje, quiso tomar unas fotos espectaculares del entorno. Al acercarse demasiado al borde de una formación rocosa, su teléfono se le resbaló de las manos y cayó en la grieta.
Desesperada por recuperar su dispositivo, Campbell intentó descender por la grieta. Sin embargo, en el proceso, quedó atrapada entre las rocas, incapaz de moverse. Sus amigos, que la acompañaban en la excursión, intentaron ayudarla, pero al ver que la situación se complicaba, decidieron llamar a los servicios de emergencia.
Los equipos de rescate llegaron rápidamente al lugar y, tras varios intentos, lograron retirar algunas rocas y liberar a Campbell después de siete horas de trabajo arduo. Afortunadamente, la joven solo sufrió rasguños y moretones leves, y pudo reunirse con sus preocupados amigos y familiares.
Este incidente resalta la importancia de tener precaución al explorar la naturaleza y de estar siempre alerta a los posibles peligros. La afición de Campbell por la fotografía casi le cuesta una experiencia mucho más dolorosa. Ahora, con una historia increíble que contar, seguramente tomará precauciones adicionales en sus futuras aventuras.