La jefa del Ejecutivo aclaró que la Constitución Política Mexicana le impide inclinarse por algún candidato de Estados Unidos o de cualquier otro país.
a presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que su gobierno trabajará con cualquiera que resulte ganador en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, que se llevarán a cabo el próximo 5 de noviembre.
En la conferencia de prensa mañanera, la presidenta Claudia Sheinbaum subrayó que la Constitución de México establece claramente que el gobierno debe mantener una postura neutral y no tomar partido por ninguno de los candidatos en las elecciones de otros países1. Este principio de neutralidad es fundamental para asegurar que México mantenga relaciones diplomáticas equilibradas y respetuosas con todas las naciones, independientemente de los resultados electorales en el extranjero1.

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Sheinbaum enfatizó que su administración trabajará con quien resulte electo, reafirmando el compromiso de México con la cooperación internacional y el respeto a la soberanía de otros países1. Esta postura busca evitar cualquier tipo de interferencia o favoritismo que pudiera afectar las relaciones bilaterales.
Sheinbaum Pardo destacó la importancia de la relación comercial entre México y Estados Unidos, subrayando que, en términos económicos, no se trata de una competencia, sino de una complementariedad. Esta relación es esencial no solo para México y Estados Unidos, sino también para Canadá, formando un bloque económico fuerte y cohesionado en América del Norte.
La mandataria explicó que esta complementariedad permite a los tres países aprovechar sus fortalezas individuales y trabajar juntos para enfrentar desafíos comunes. Por ejemplo, mencionó cómo la integración de las cadenas de suministro y la cooperación en sectores clave como la manufactura, la tecnología y la energía han beneficiado a las economías de los tres países.
Además, Sheinbaum Pardo enfatizó que esta relación comercial no solo se basa en el intercambio de bienes y servicios, sino también en la colaboración en áreas como la innovación, la investigación y el desarrollo. Esta cooperación ha permitido a América del Norte mantenerse competitiva a nivel global y ha contribuido al crecimiento económico y la creación de empleos en la región.