La disputa entre facciones del crimen organizado en Sinaloa ha dejado un saldo de cientos de asesinatos y alrededor de 900 personas privadas de su libertad en los últimos tres meses.
Según cifras de la Fiscalía local y colectivos de madres buscadoras, la violencia ha provocado un promedio de 6 asesinatos diarios y 10 privaciones ilegales de la libertad.
La situación ha generado un ambiente de inseguridad en la región, con enfrentamientos entre grupos rivales y choques con las fuerzas de seguridad que han dejado numerosos civiles muertos y muchas personas detenidas. Además, se han registrado numerosos robos de vehículos y un aumento en delitos como el robo a negocios y la incineración de inmuebles.