El jefe de gobierno de Ontario, Doug Ford, ha expresado su indignación ante la reciente amenaza del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer un arancel del 25% a las importaciones de Canadá, México y China.

Ford calificó la comparación de Canadá con México como «lo más insultante» que ha escuchado de un aliado cercano como Estados Unidos.
Ford destacó que esta medida sería devastadora para los trabajadores y empleos tanto en Canadá como en Estados Unidos. Hizo un llamado al primer ministro Justin Trudeau para que convoque una reunión urgente con todos los primeros ministros provinciales y aborde seriamente la situación en la frontera.
La respuesta oficial del gobierno canadiense ha sido más moderada, con ministros subrayando la importancia de la relación comercial entre Estados Unidos y Canadá. En una declaración pública, enfatizaron que el trabajo en la frontera compartida es una prioridad máxima y destacaron que el 60% de las importaciones de crudo de Estados Unidos provienen de Canadá.
El anuncio de Trump ha generado preocupación en Canadá, donde se teme que los aranceles puedan socavar el acuerdo comercial de América del Norte y perjudicar a las empresas en ambos lados de la frontera. La comunidad empresarial ha instado a la calma y ha señalado que están preparados para enfrentar esta situación.
Este conflicto subraya la necesidad de una cooperación continua entre los dos países para abordar problemas compartidos como la migración ilegal y el tráfico de drogas, y para mantener la estabilidad económica en la región.