La ministra de Finanzas de Canadá, Chrystia Freeland, renunció al gabinete de Justin Trudeau el 16 de diciembre de 2024.
Freeland, quien también era viceprimera ministra, explicó que su decisión se debió a desacuerdos con Trudeau sobre el mejor camino a seguir para el país. En particular, discreparon sobre unas vacaciones fiscales de dos meses y cheques de 250 dólares canadienses para los ciudadanos.
Freeland también mencionó la amenaza de aranceles generalizados del 25% por parte del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, como una razón para mantener una política fiscal prudente. La renuncia de Freeland ha generado dudas sobre la estabilidad del gobierno de Trudeau y su futuro en el cargo.
La renuncia de Freeland ha causado un gran impacto en la política canadiense, con reacciones sorprendidas de todos los sectores. La ministra de Transportes y presidenta de la Junta del Tesoro, Anita Anand, expresó su tristeza por la partida de Freeland, destacando su amistad y colaboración cercana. Por otro lado, los conservadores han señalado la renuncia como una señal de que los liberales están perdiendo la fe en el liderazgo de Trudeau.
Freeland, en su carta de renuncia, mencionó que Trudeau le informó la semana pasada que ya no quería que continuara como ministra de Finanzas y le ofreció otro puesto en el gabinete. Esta decisión se produce en un momento crítico, justo antes de la presentación de la declaración económica de otoño del gobierno federal.