El día de ayer se encontraba internado, se espera su pronta recuperación.

«Su Santidad el papa Francisco descansó bien durante la noche. El cuadro clínico mejora progresivamente y continúan los tratamientos previstos. Esta mañana, después del desayuno, leyó algunos periódicos y volvió al trabajo», señala el comunicado, enviado por el vocero del pontífice, Matteo Bruni.
Después de asegurar el miércoles que se trataba de «controles programados», el portavoz del Vaticano finalmente anunció, tras varias horas de silencio, que el papa padecía una «infección respiratoria».
«En los últimos días se quejaba de dificultades respiratorias por lo que tuvo que someterse a controles médicos en la jornada», explicó la víspera en una nota Bruni.
Los controles médicos «pusieron de manifiesto una infección respiratoria» y si bien ha sido excluido el covid-19, «va a requerir varios días de un adecuado tratamiento médico hospitalario», precisó.
Según fuentes del hospital, es posible que el pontífice presida la misa el próximo 2 de abril del Domingo de Ramos en el Vaticano, «salvo imprevistos». Con esa misa se abren las celebraciones por la Semana Santa, que se culmina con la Pascua, la fiesta más importante del cristianismo.
Fuentes religiosas sostienen que el Vaticano está organizando un programa alternativo en caso de que el papa no pueda presidir las ceremonias religiosas. Se trata de ceremonias largas y cansadoras, como el Via Crucis al aire libre en el Coliseo de Roma del Viernes Santo.
«Espero que se recupere muy rápido y que pueda celebrar la Pascua aquí, desde San Pedro», confió a la AFP Tina Montalbano, una guía turística italiana de 60 años, mientras atravesaba la inmensa plaza. Francisco tiene programado un viaje a Hungría a finales de abril, para asistir a la clausura del Encuentro Eucarístico Internacional de Budapest.