Gareth Edwards, el director de ‘Rogue One’, presenta su nueva película y cuenta los entresijos de la guerra que plantea entre la raza humana y las fuerzas de la inteligencia artificial

La inteligencia artificial es uno de los puntos cruciales de la huelga de Hollywood que ha paralizado gran parte de la industria cinematográfica desde hace más de tres meses. La prohibición de esta en las producciones y en la escritura de guiones está provocando una gran crisis que está sirviendo, al mismo tiempo, para abordarla en el cine. Así lo ha hecho Gareth Edwards con ‘The creator’.
El director de ‘Rogue One’ desarrolla su nueva película en medio de una guerra futura entre la raza humana y las fuerzas de la inteligencia artificial. Allí Joshua, un duro exagente de las fuerzas especiales que llora la desaparición de su esposa, es reclutado para cazar y matar al Creador, el escurridizo arquitecto de la IA. Ese misterioso ser ha desarrollado una misteriosa arma con el poder de acabar con la guerra… y con la propia humanidad.
En pleno viaje para visitar a la familia de su pareja en EE.UU, Edwards descubrió cómo sería la película: «Al terminar de grabar ‘Star Wars’ necesitaba olvidarme de todo y formatear mi disco duro. En ese momento mi mente era un lienzo en blanco. Estaba en el coche mirando por la ventana todos los campos de cultivo que habían y supe que quería hacer una película de robots», indicó. Momentos más tarde, tras disipar un edificio con un logo japonés en medio de todas las granjas, se preguntó qué pensaría un robot saliendo de un edificio así, de una fábrica, al ver todo el pasto verde. «En momentos así se te ocurren muchas ideas. Cuando llegamos a la casa de los padres de mi novia, ya tenía toda la película bosquejada en mi cabeza. Eso es muy raro, normalmente tarda meses y meses. Y todo llegó de repente». El director pensó que tal vez eso era una buena señal para hacer su próxima película.
Mientras que muchos plantean un futuro apocalíptico con la inteligencia artificial irrumpiendo en las vidas de los seres humanos para destruirlos, su director utiliza precisamente ese contexto para darle la vuelta a ese pensamiento y plantear esta nueva herramienta de una forma distinta. «Creo que la IA es el cambio más grande que puede ocurrir en el cine hasta ahora. Mi esperanza es que, ya sabes, hay una especie de herramientas con las que puedes ver en el horizonte. Como si pudieras escribir cosas y se generaran imágenes. Puedes filmar cosas con tu iPhone y luego decirle al ordenador que lo convierta en un helicóptero sobre una ciudad o lo que sea», indica el director.
Al mismo tiempo que la película plantea una ciudad apocalíptica y en guerra con la IA, la trama cuenta con escenas cargadas de emoción, en la que los seres creados por esa herramienta muestran sentimientos humanos. «Intentas hacerlo bien cuando lo escribes y luego intentas hacerlo bien cuando lo filmas. Pero en realidad sólo lo haces bien cuando se lo muestras a la gente. Por eso, tus primeros cortes de la película son tu mejor suposición», expresa el cineasta.
Para él es fundamental tener apertura de mente y acoger cualquier planteamiento de la gente cercana que ha visto el trabajo. Para Edwards esa es la clave para encontrar el equilibrio entre la emoción y la acción. «Me gusta escuchar, pero es muy doloroso cuando hay cosas que te encantaron de la película que quieres conservar y que otro considera que no. Todo el proceso de creación es muy interesante porque realmente tienes que tener la mente abierta y renunciar por completo a todo lo que pensabas que era la película».