El capítulo número 8 de la última temporada de The Crown rinde homenaje a la hermana menor de la reina Isabel II y deja al descubierto cómo las adicciones la acompañaron hasta sus últimos días
Siendo la menor de las hijas de Jorge VI e Isabel Bowes-Lyon, la princesa Margarita forma parte del club de las “ovejas negras” de la Familia Real británica, ya que su gusto por la fiesta, su fuerte adicción al tabaco y su predilección por los amores prohibidos la llevaron a tener una de las biografías más controversiales entre la realeza y a caer en un espiral de tragedia en sus últimos días.
La muerte de la princesa Margarita aconteció justamente el 9 de febrero de 2002, a las 6:30 de la mañana, cuando tenía 71 años de edad. De acuerdo a declaraciones de su dama de compañía, Lady Glenconner, la controversial royal murió en paz mientras dormía.
Sin embargo, además de sus periodos de desenfreno, el papel de la princesa Margarita fue crucial en el desarrollo del reino británico, gracias a que siempre fungió como un apoyo incondicional de su hermana, quien comenzó a reinar cuando solo tenía 26 años de edad y tuvo que hacer a un lado su amor por su hermana para comenzar a tratarla como una más de sus súbditas.
¿Cómo retrata The Crown los últimos días de la princesa Margarita?
Siendo uno de los miembros de la realeza más relevantes en las últimas generaciones, por su cercanía con la reina Isabel, la princesa Margarita tenía que contar con su propio capítulo en la multi galardonada serie The Crown, la cual ha llegado a su final definitivo y cuyos últimos episodios fueron revelados por Netflix el pasado 14 de diciembre.
Es en el capítulo 8 de la sexta temporada, titulado “Ritz”, donde se hace explícito el relato de la enfermedad que aquejó a la princesa en sus últimos días, pero que reavivó su cercanía con la reina, ya que fue ella la que se encargó de apoyarla en sus alientos finales para luchar por su vida, después de que un doctor le recomendara dejar los vicios.
El capítulo obtiene su nombre porque el hilo de la trama se ve amarrado por una noche de fiesta, sucedida en 1945, a la que Isabel y Margarita acudieron al hotel Ritz, mismo recinto donde la menor de ellas celebró su último cumpleaños, después de haber sufrido varios accidentes cerebrovasculares.
Los múltiples episodios de parálisis que vivió la princesa fueron retratados por el equipo de Peter Morgan con gran fiabilidad y dando secuencia a su deterioro físico, el cual progresivamente le fue quitando la capacidad de hablar, caminar e incluso ingerir sus alimentos por sí misma.
De manera conmovedora, los 50 minutos del capítulo dejan ver como la relación de las hermanas se mantuvo cordial hasta el último momento, a pesar de las heridas del pasado y las compulsiones por los vicios con las que la princesa vivió hasta sus últimos días
