Argentina ha registrado un déficit histórico en la balanza turística en noviembre de 2024, con una salida neta de miles de millones de dólares.

Según datos del INDEC, la cantidad de turistas extranjeros disminuyó considerablemente respecto al mismo mes del año anterior, mientras que el número de argentinos que viajaron al exterior aumentó significativamente. Este desequilibrio refleja una caída en la entrada de divisas y un aumento en la salida de dólares por el turismo.
La crisis en el turismo argentino ha generado preocupación entre los economistas y las autoridades, quienes destacan la falta de competitividad del país para atraer turistas extranjeros. La inflación y la devaluación de la moneda han hecho que viajar al exterior sea más atractivo para los argentinos, exacerbando el déficit en la balanza turística.
El gobierno de Milei enfrenta el desafío de revertir esta tendencia y fomentar el turismo interno y receptivo. Se espera que las mejoras en la infraestructura y la promoción de destinos nacionales puedan ayudar a atraer más visitantes y equilibrar la balanza turística.
Además de los desafíos económicos, la percepción de inseguridad y la falta de infraestructura adecuada también han sido factores que han afectado negativamente el turismo en Argentina. Los turistas extranjeros han mostrado reticencia a visitar el país debido a estos problemas, mientras que los argentinos prefieren destinos en el exterior donde perciben mayor seguridad y mejores servicios.
El sector turístico argentino, que en años anteriores había sido una fuente importante de ingresos y empleo, ahora enfrenta una crisis que requiere medidas urgentes y efectivas. Las autoridades y los empresarios turísticos están trabajando en conjunto para desarrollar estrategias que permitan recuperar el atractivo del país como destino turístico.