La situación en Haití sigue siendo alarmante, especialmente para los periodistas que se enfrentan a un contexto de violencia creciente. Las pandillas criminales están atacando «metódicamente» a los medios de comunicación en un intento por «silenciarlos», según lo advirtió Eric Voli Bi, representante de la UNESCO en el país.
En una entrevista reciente con la AFP, Voli Bi expresó su profunda preocupación por la situación, destacando que los medios de comunicación se han convertido en objetivos principales de las pandillas. Recordó los trágicos eventos de diciembre, cuando dos periodistas perdieron la vida durante la cobertura de la reapertura de un hospital, atacado por disparos. La violencia continuó la semana pasada con el saqueo de una cadena de televisión y dos emisoras de radio.
«Las pandillas atacan a los periodistas y destruyen las instalaciones de los medios», afirmó Voli Bi, subrayando que estos actos son parte de una estrategia sistemática para impedir que la población haitiana reciba información imparcial y transparente sobre la grave situación en el país.
Frente a este panorama de constantes amenazas, la UNESCO ha implementado programas de apoyo psicosocial para los periodistas, estudiantes y trabajadores culturales en Haití, muchos de los cuales se enfrentan a la incertidumbre y el temor diario. Sin embargo, algunos han optado por abandonar, mientras que otros siguen luchando por ejercer su labor en medio de la crisis.
El funcionario de la UNESCO rindió homenaje al valor de los periodistas, quienes se arriesgan cada día para informar sobre los abusos y el caos que enfrentan los haitianos. A pesar de las dificultades, la agencia trabaja para proporcionar chalecos antibalas y asesoramiento en seguridad para los periodistas, similar a las medidas de protección utilizadas en zonas de guerra como Ucrania.
Además, la UNESCO está promoviendo iniciativas para apoyar económicamente a los medios, cuya viabilidad está en grave peligro. La organización también está colaborando en un proyecto de reestructuración de la televisión nacional de Haití, con el fin de crear un medio de servicio público auténtico y no de propaganda.
La falta de cobertura internacional de esta crisis, debido a la ausencia de medios extranjeros en el país, ha contribuido a la falta de visibilidad de la situación en Haití. Aunque la seguridad sigue siendo un desafío, la UNESCO insiste en que la labor de los medios es esencial, incluso en circunstancias extremas.
La violencia de las pandillas, que incluye asesinatos, violaciones, secuestros y saqueos, sigue siendo un problema crítico en Haití, agravado por la inestabilidad política del país. En 2024, bajo la presión de estos grupos, el ex primer ministro Ariel Henry cedió el poder a una autoridad de transición encargada de organizar las elecciones y restaurar la estabilidad.
